Efectos secundarios de la Gliclazida Bluefish 30 mg comprimidos de liberación modificada EFG

La Gliclazida Bluefish 30 mg es un medicamento antidiabético oral que pertenece al grupo de las sulfonilureas. Aunque es efectiva en el control de la glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 2, como cualquier medicamento, puede tener efectos secundarios que deben ser tenidos en cuenta.

Efectos secundarios comunes:

• Hipoglucemia: Este es el efecto secundario más común de la gliclazida, especialmente si la dosis es demasiado alta o si el paciente no come lo suficiente. Los síntomas de la hipoglucemia incluyen sudoración, temblores, mareos y confusión. Es importante estar atento a estos síntomas y actuar rápidamente si se presentan.
• Náuseas y malestar estomacal: Algunos pacientes pueden experimentar molestias gastrointestinales como náuseas, vómitos o dolor abdominal al tomar gliclazida. Estos síntomas suelen ser leves y desaparecen con el tiempo.
• Aumento de peso: La gliclazida puede causar un aumento de peso en algunos pacientes, especialmente si se combina con una dieta alta en calorías y poca actividad física. Es importante controlar el peso regularmente y hablar con el médico si se observa un aumento significativo.

Efectos secundarios menos comunes pero graves:

• Reacciones alérgicas: En casos raros, la gliclazida puede causar reacciones alérgicas graves como erupciones cutáneas, hinchazón de la cara y dificultad para respirar. Si se experimenta alguno de estos síntomas, se debe buscar atención médica inmediata.
• Hepatotoxicidad: En algunos casos, la gliclazida puede afectar la función hepática y causar daño al hígado. Los síntomas de hepatotoxicidad incluyen fatiga, ictericia y dolor abdominal. Si se presentan estos síntomas, se debe suspender el medicamento y consultar con un médico.

En conclusión, la gliclazida Bluefish 30 mg es un medicamento efectivo en el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero como cualquier medicamento, puede tener efectos secundarios. Es importante estar consciente de estos efectos secundarios y comunicar cualquier preocupación al médico tratante. Se recomienda realizar controles regulares para monitorizar la respuesta al tratamiento y prevenir posibles complicaciones.