La duloxetina es un medicamento utilizado principalmente para el tratamiento de la depresión, trastornos de ansiedad, y el dolor neuropático. Sin embargo, como con cualquier medicamento, puede tener efectos secundarios que es importante tener en cuenta.
Algunos de los efectos secundarios más comunes de la duloxetina incluyen náuseas, sequedad de boca, somnolencia, fatiga y estreñimiento. Estos efectos suelen ser leves y pueden disminuir con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta al medicamento.
Además de los efectos secundarios comunes, la duloxetina también puede causar efectos menos comunes pero más graves, como aumento de la presión arterial, insomnio, problemas de visión y aumento de la sudoración. Estos efectos deben ser reportados a un médico de inmediato.
En casos raros, la duloxetina puede causar efectos secundarios graves como pensamientos suicidas, reacciones alérgicas graves, síndrome serotoninérgico y síndrome de abstinencia. Si experimentas alguno de estos efectos secundarios, busca ayuda médica de inmediato.
En conclusión, es importante estar al tanto de los posibles efectos secundarios de la duloxetina y comunicarte con tu médico si experimentas algún síntoma preocupante. Siempre sigue las indicaciones de tu profesional de la salud y no dudes en buscar atención médica si es necesario.
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